«La experiencia no es lo que le ocurre a uno. Es lo que uno hace con lo que le ocurre». Aldous Huxley.
¿Cómo invitamos a los niños a que aporten sus ganas de jugar, su imaginación ante problemas graves? La terapia es un lugar donde compartimos los conocimientos y las competencias.
Uno de los desafíos que se nos plantea a los terapeutas de familia es encontrar formas de motivar y estimular a los niños ante los problemas con que se enfrentan.
Los terapeutas familiares que colaboran con los niños y sus familias se permiten ser alegres y creativos, eficaces en la resolución de muchos de los problemas con que hoy nos enfrentamos, tales como la falta de comunicación verbal por el uso de la tecnología o la falta de tiempos en la dinámica atareada de los miembros de la familia, así como las enfermedades y dificultades cotidianas que viven en el entorno familiar.
El término «narrativa» implica escuchar y contar o volver a contar historias sobre las personas y los problemas de su vida. Ante problemas graves y a veces potencialmente extremos, la idea de escuchar o contar historias puede parecer algo trivial. Cuesta creer que las conversaciones puedan configurar realidades nuevas. Pero así es. Los puentes de significado que construimos con los niños ayudan a que se produzcan avances curativos y a que éstos no se marchiten y caigan en el olvido. El lenguaje puede dar a los hechos la forma de relatos de esperanza.
La terapia narrativa emplea una práctica lingüística llamada exteriorización, que separa a las personas de los problemas. Separar el problema de la persona en una conversación exteriorizadora mitiga la presión de la culpa y el recelo. En vez de definirle como que es inherentemente un problema, el niño puede ahora tener una relación con el problema exteriorizado.
No ha dejado de sorprendernos lo ingeniosos, responsables y eficientes que pueden ser los niños ante los problemas. El lenguaje exteriorizador permite un enfoque desenfadado de lo que normalmente se considera un asunto grave. Lo lúdico entra en la terapia familiar cuando narramos la relación entre un niño y un problema.
La conversación seria y la resolución metódica de los problemas pueden dificultar la comunicación de los niños, acallar su voz, inhibir sus habilidades especiales, sus conocimientos y sus recursos creativos
En una terapia familiar centrada en el niño se aprecia y se respeta la forma de ser y de comunicarse de éste. Cuando el adulto participa en la interacción con el niño, la competencia y la creatividad de éste aumentan.
Fuente: TERAPIA NARRATIVA PARA NIÑOS Aproximación a los conflictos familiares a través del juego. (Jennifer Freema, 1997) Jennifer Freema , David Epston, Dean Lobovits.