¿Sabías que… los hábitos alimenticios inculcados en la infancia pueden traer beneficios en la vida adulta?

Por Lic. Karla E. Prado P. Departamento de Nutrición del Hospital Infantil de las Californias.

Cuando se establecen reglas y límites al momento de consumir alimentos se está enseñando a los niños a respetar una rutina y autoridad; dichas reglas pueden ser: horarios establecidos para consumir alimentos; no hay T.V. ni celulares al comer; sólo se consumen alimentos en la mesa; la hora de comer es un tiempo de convivencia; todos participan: uno cocina, uno sirve, otro pone la mesa, otro recoge la mesa y otro lava los trastes. De esta manera se están enseñando diferentes cosas a nuestros pequeños con una sola actividad, por ejemplo; el trabajo en equipo, respetar el tiempo y espacio para una actividad, disfrutar el tiempo en familia y cuidar su cuerpo al pensar en los alimentos que van a consumir; impactando así su perspectiva a largo plazo de “la hora de la comida” beneficiando no sólo su nutrición sino el establecimiento de reglas y rutinas que continuará practicando en la vida adulta.

Recordemos que dentro de los hábitos saludables se incluye: la alimentación, la realización de actividad física, el consumo de agua natural, el manejo de los horarios de entretenimiento y los horarios de sueño; hábitos que también influyen en la formación de la estructura para su adecuada integración a la sociedad y desarrollo personal. No eches de menos esos momentos a la hora de la comida, ni el establecimiento de reglas en la mesa ya que desde ese instante estas formando a tu pequeño y expresándole amor al decidir compartir ese tiempo con él o ella sin distracciones.

Podemos decir entonces que al inculcarle hábitos saludables desde la infancia, la vida de tu pequeño es impactada de dos formas: la primera cuidando su estado de salud lo que traerá beneficios a corto y largo plazo ya que al tener hábitos saludables se puede asegurar la ingesta suficiente de los nutrientes necesarios para su adecuado desarrollo y crecimiento, de igual forma se puede reducir la probabilidad de enfermar o si ya hay una enfermedad presente se mejora la calidad de vida y se pueden reducir las complicaciones de dicha enfermedad; en segundo lugar al inculcar una rutina y hábitos se está enseñando al pequeño que existe una autoridad, reglas a seguir y aunque generalmente no lo pensamos a tan corta edad se inicia la preparación para la vida adulta, ya que se les hace comprender que las cosas no siempre serán como ellos quieren, se les enseña a ser flexibles y a negociar, se les enseña que a veces van a poder hacer cosas aunque no tengan tantas ganas de hacerlas porque son parte del “equipo” familia y tienen un compromiso.

Así que mamá y papá te invitamos a tener una perspectiva amplia acerca de las actividades que realizas con tu pequeño, ya que a través de cada una de ellas estas formando a un adulto. ¡A disfrutar la hora de la comida con nueva perspectiva!